Hoy como ayer (y IV)

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estimados lectores o lectoras: 

Bien, a estas alturas, todas aquellas personas realmente interesadas en el tema ya conocen el desenlace: las naves fueron desalojadas el pasado miércoles, también lo fue otra nave, en Pere IV, no hubo incidentes graves, y el Ayuntamiento de Barcelona, como también era de prever, incumplió clamorosamente sus compromisos previos respecto al futuro de los y las afectadas. 

Así, según sus propios datos de campo, le fue facilitado alojamiento a 81 personas, la mayoría por plazos de tiempo de entre dos a nueve días. Es decir, nada que ver con la promesa de un alojamiento "estable" para la totalidad de quienes allí residían, cifra incierta, pero que, en ningún caso, puede cifrarse por debajo de las trescientas personas. 

En resumidas cuentas, más de doscientas personas condenadas, de inmediato, a buscarse la vida como puedan, simplemente para poder tener un alojamiento; y las restantes, igual, sólo que con un aplazamiento de su "sentencia" de quizá una semana. 

Entiendo a la municipalidad: ante todo, ha de prevalecer el sagrado derecho a la propiedad privada, aunque se mantenga ociosa, por encima de bobadas como esas de si hay gente que tiene o deja de tener techo. Se comprende. 

Sí, bueno. Y es que, tal vez porque la Constitución Española, en general, es estimada como un pelín demasiado larga, la gente vaga y perezosa como nuestro estimado alcalde seguramente se aburrió antes de tanta tontería españolista, y no llegó a su artículo 128. 

Bueno, me parece muy bien, pero usted bien sabe que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, así que, antes de interponerle quizá una querella criminal, por estos hechos de les naus del Poblenou, me permito recordarle tal artículo, para que tenga una idea de por dónde puede ir esa querella, dado que es usted el máximo representante, y también máximo reponsable, de la municipalidad, de la que formo parte, y también forman parte los y las desalojadas. 

---Artº 128 CE de 26 de diciembre de 1978--- 

1.     Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general. 

2.     Se reconoce la iniciativa pública en la actividad económica. Mediante ley se podrá reservar al sector público recursos o servicios esenciales, especialmente en caso de monopolio y asimismo acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés general. 

Señor alcalde. Usted, lo que ha de hacer, es promulgar un decreto municipal, por el cual, preservando la titularidad de la actual propiedad, y con efectos a partir del día de su publicación, se expropie el uso y usufructo de esas naves y de esos solares, por un período no inferior a los cincuenta años,  destinándose, sin más dilación, los recursos precisos para proceder al derribo de las naves que lo requieran, la restauración de aquellas en que ello sea una opción razonable, y la creación, en conjunto, de un área residencial temporal con unas características convivenciales que se aproximen más a las de otras culturas. 

¿Que de donde saldrían los recursos para llevar a cabo dignamente toda esta idea? Pues, lo primero de todo, le sugiero la iniciativa de efectuar una cuestación popular, lo mismo que se hace con el templo de la Sagrada Família, porque, desde luego, le aseguro que, a los barcelonins y las barcelonines, culpas que expiar no nos van a faltar para poder construir otro templo, este laico, expiatorio de los constantes abusos que se cometen contra las personas más marginadas. 

¿Que se recaudará poco? Bueeeno, no se preocupe, tengo más ideas para financiarlo, y para financiar muchas otras cosas. No hace falta mucha imaginación para obtener esos fondos, lo que hace falta es convencimiento propio, y usted, claro, no lo tiene, porque tampoco le interesa, pues usted lo que defiende es la continuidad y el aumento de este modelo social asesino de razones y de vidas. 

Y no me venga con que el Ayuntamiento no tiene esas competencias, porque me puedo petar a reír, jajajajaja, ahora mismo. O sea, me dice usted que no es competente para tomar esas necesarias iniciativas, todas amparadas por ese artículo 128 de la CE, y sin embargo, ¿sí se considerará con las suficientes competencias para proclamar la aceptación de la independencia de Catalunya? ¡¡¡ Jajajajaja !!!, eso es cinismo (moderno) de la mejor calidad, lo felicito, jajajajaja. 

En cuanto a una atención realmente adecuada a las personas afectadas, yo también les comprendo: si hubieran cumplido, de verdad, sus promesas, ya estaríamos a vueltas con el "efecto llamada", y el problema no haría sino incrementarse. 

Les comprendo, pero, desde luego, para nada comparto sus criterios. Lo del "efecto llamada" tiene más de mito que no de otra cosa, y sabemos que muchas veces, los que realmente suceden, se producen de forma totalmente infundada. Pero es que, además, vamos ya mal por ese camino, al contemplar como "problema" la presencia de seres humanos que, si se les diera una auténtica oportunidad, en una sociedad verdaderamente más igualitaria, es obvio que colaborarían, como el primero o la primera, en las tareas requeridas para el buen funcionamiento de la sociedad, como ya lo demostraron, antes de la crisis, cuando, con o sin papeles, trabajaron de sol a sol en muchos casos, o como lo siguen demostrando ahora, es un horario interminable, sea con carrito y recogiendo chatarra o papel, sea trabajando algunas horas en cualquier actividad que dominen, sea directamente infringiendo ciertas normas o reglas sociales, pero, en su caso, por verdaderas razones de supervivencia y necesidad. 

Y por esas poderosas razones de que continúe el imperio de la In-Justicia y la Des-Igualdad, ahora esas personas, muchas disgregadas por aquí y por allá, vagarán por nuestra ciudad, mientras que una parte de ellas, un, comparativamente, reducido número, permanecerán encerradas en la Iglesia parroquial del Barrio hasta final del mes. 

En resumen: se mire por donde se mire, la pelota sigue estando del lado de la Administración, y la Administración más próxima al ciudadano o ciudadana, la Municipal, ha de ser la que ha de dar la cara, y cumplir. O si no quieren o no saben hacerlo mejor, entonces, dimisión. 

Una última pegunta viene, inevitablemente, a nuestras mentes: a final de cuentas, ¿cuál ha sido el coste económico del operativo montado para llevar a cabo estos desalojos? Decenas y más decenas de furgonetas, de mossos más determinados servicios asistenciales, millares de horas extra, más los costes de toda la planificación... ¿no habría bastado y sobrado, con tamaño presupuesto, para dar una solución mínimamente digna, y justa, a este problema creado por esta sociedad? 

Finalmente, comentar que, aunque colateral, otra lección a extraer de lo acaecido es la de que, cuando se dé un día y una hora para intentar detener un desalojo, es muy conveniente comenzar a presentarse por allí como un par de horas antes, sobre todo, cuando la hora oficial de cita, como en este caso, es tan tardía, 8 de la mañana... y en pleno verano. 

Saludos, Salud y Solidaridad. 

ET & forrest gump. 

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