dijous, 31 de gener del 2013

Drogas de un lejano futuro

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http://cucoalmeria.net/2012/05/sinestesia-cuando-oyes-colores-y-ves-sonidos
 

Queridos lectores y lectoras (que, aunque escasas y escasos, existir existís :-D , o incluso :-P)

Bueno, pues tras las rompedoras tesis defendidas... digo, tras la exposición de tan romperdoras novedades como nos deparará ese lejano futuro a unos ventiséis mil quinientos años vista, que menos que acabar de liar lo troca metiéndonos de lleno (antes de una muy lógica republicación de algo aparecido, en primera instancia, en nuestro blog de la Crisis) con lo que faltaba, el mundo de las drogas en ese lejano futuro. 

Y ya os prometo una cosa tras su lectura: una profunda decepción, ya veréis el por qué.  


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Como se comentó, la mayoría de edad, a todos los efectos salvo para el libre consumo de drogas, de las que enseguida se pasará a comentar algo, se alcanza cuando, a partir de cumplir el o la sujeto los dieciséis años, su Escuela Secundaria Normal decide que ha alcanzado la suficiente madurez y conocimiento para haberse hecho acreedora o acreedor a ser reconocido por el mundo mundial como una nueva o un nuevo adulto más. 

Sistemáticamente, se libra el oportuno certificado en los cuatro o cinco días siguientes al de ese cumpleaños, salvo en los casos, que se dan, en que las propias interesadas demandan una demora por un período nunca superior a los tres años, siendo tal prórroga únicamente indefinida de verdad cuando se trata de personas, aún hoy existen, nacidas con determinadas deficiencias lo suficientemente graves como para que, racionalmente, se las pueda llegar a declarar jamás, bajo circunstancia alguna, mayores de edad.

Venga, toca hablar ya de drogas y de su correcto uso :-) , y empecemos, cómo no, por el en otras épocas tan denostado tabaco del que, aunque producido exclusivamente mediante cultivos hidropónicos llevados a cabo en cuevas artificiales y bajo luz también artificial, hoy en día seguimos consumiendo ingentes cantidades. 

Pero, salvo el o la pirada de turno, nadie lo fuma ya, porque nos administramos la nicotina preferentemente mediante la aplicación de pinceladas absorbibles por la piel en una zona muy determinada del brazo izquierdo, en la parte interna opuesta al codo, para que todo el mundo sepa donde, quizá, no conviene lamer o chupar mucho. 

También, claro está, se pueden administrar las dosis mediante comprimidos tragables, lo cual es una suerte en casos como el mío, porque no me dejan "pincelarme" durante mi jornada laboral, por tal de que mis niños no puedan caer en la tentación de probar lo que no deben y saben que no deben, porque ellos aún no la necesitan ya que, de natural, su cerebro aún va de por sí todo lo suficientemente revolucionado que es de desear. 

El "humito" es el nombre genérico de las drogas psicodélicas y de creación artística que aportan, al mismo tiempo, claridad, incremento de la capacidad contemplativa y transcendencia mental, y debe su denominación, entre otras razones sobre las que no me extenderé, al hecho de que las más antiguas miembros de la congregación, la marihuana y tal, eran y han sido consumidos hasta hace nada preferentemente fumados, como el tabaco, y a menudo con el tabaco. 

Hoy en día la maría todo el mundo la consume mediante prácticos inhaladores, o la engulle en sabrosos pastelitos o cualquier otra especialidad culinaria, siendo el tetrahidruro de cannabitol, prácticamente en todos los casos, la primera droga como tal que consume con cierta regularidad el individuo en su vida, porque aunque todas hemos bebido con seguridad y anterioridad alguna vez algo de vino dulce en el transcurso de nuestra infancia, lo que se buscaba con ello no era la droga, sino el placer del paladar. 

Tanto la cocaína como la cafeína (tras el tabaco y el "humito" las dos drogas siguientes en el ránquing de usuari@s), se consumen exclusivamente en forma de infusiones hidroliposolubles, pues hace mucho que hallamos la solución a sobre cómo mezclar, pero de verdad, grasas y agua. Y en general, tanto da consumir una cosa como la otra, porque aunque en detalle los mecanismos de cómo causan sus efectos sobre el organismo son obviamente bastante diferentes, su efecto global, en la práctica y para las personas, y para lo que buscan, es el mismo, incremento de la capacidad y velocidad en el desarrollo de las tareas, y elevación del pulso y de la presión sanguínea. 

Tan generalizados son el uso de la nicotina y del "humito" como escaso es el consumo del alcohol por el alcohol, porque aquí nadie necesita deshinibirse de nada y, en todos los demás aspectos, está comprobado que el alcohol no tiene nada más que efectos físicos y mentales perjudiciales para el individuo. No obstante, otra cosa es que te pongan una copita de buen vino o un fresco vaso de cerveza delante, brebajes que, además, mediante otras sustancias que incorporan en su composición, suelen tener o tienen efectos saludables sobre el organismo en general. 

Por tanto y en global, lo del alcohol no deja de ser en principio una cuestión de tipo más bien colateral. Intoxica, vale, pero un moderado envenenamiento puede entrar dentro de lo razonablemente admisible si con su consumo se sacan otros placeres u otros beneficios a bebidas que, aparte de todo, estar están buenas. Y al fin y al cabo, en mayor o menor medida todas las drogas, salvo el LSD, intoxicar algo intoxican, aunque claro, con el alcohol siempre estamos hablando de gramos y más gramos procesados, por lo que sí que algo se ha de vigilar. 

Por lo que respecta al consumo de drogas como tales, éxtasis y LSD cierran la relación de las de uso general planetario, independientemente de que aquí o allá se consuma peyote u hongos alucinógenos, porque, teniendo el LSD, ¿para qué se puede necesitar droga alguna más, en este terreno en concreto? ¿por temor, comprensible, a sobredosificarse? Bueno, pues para algo menos impactante ya está la maría, no se necesita más, y no hay más drogas de uso general planetario, aunque claro que abundan específicos consumos locales que, si se tiene mentalidad viajera, está muy bien conocer y compartir. 

En cuanto a la heroína y toda esa línea de productos, poco hay hoy en día que hablar, por ser en nuestros tiempos una droga de uso exclusivamente hospitalario. Un poco más adelante se detallará cómo se ha alcanzado este milagro. 

O sea, que nuestro en tantos otros aspectos súper avanzado mundo no ha incorporado sin embargo, para fines lúdicos o transcendentes, el consumo de drogas realmente nuevas, siendo las que se usan un punto de coincidencia entre nuestras dos civilizaciones, aunque nadie hoy en día fume o esnife nada, salvo las reseñadas piradas de turno y de siempre. 

El suministro de tan preciados productos es competencia exclusiva de la Administración Redistribuidora, y aunque la media del consumo per cápita de todas ellas es sin duda superior al de vuestros tiempos, ello se debe únicamente a que ahora todo el mundo adulto utiliza todas, y si hay mayor porcentaje de población consumidora es normal que tal medía estadística de consumo per cápita crezca pese a que las dosis individuales que de hecho nos administramos son bastante inferiores a los que eran corrientes entre vuestras consumidoras efectivas. 

Aunque su actitud general ante el mundo no pueda ser otra que la de desafío total, en el fondo, y seguramente porque aquí todo el mundo es inmensamente feliz, nuestra progenie es extraordinariamente obediente ante los temas realmente importantes, y acata sin inmutarse lo de no tomar iniciativas personales de consumo de drogas hasta cumplir los diecinueve años. 

Un hermoso cuento, en el que sin caer en excesivas cursilerías (aunque la historia en sí lo es, y bastante) se compara el proceso de crecimiento y maduración físicas y mentales de las personas con el cocinado de unos apetecibles bollitos, parece ser que está detrás de la clave de esta sorprendente obediencia, porque a ninguna molesta la sencillez infantil de tal narración, como a nadie molestaba la de vuestro Petit Prínce, y todas captan de inmediato la similitud de que si metes la mano en el horno antes de tiempo no solamente el bollito quedará defectuoso porque no se cocinará adecuada y suficientemente, sino que encima te quemarás. Bollitos, ¿qué otra cosa se iba a cocinar, hablando de gente aún tan joven? 

Claro que a tan satisfactoria sumisión ayudan bastante las pinceladas que el o la cocinera, de vez en cuando, le da a los productos en proceso de elaboración, efectuadas en rápidas y controladas secuencias de apertura y cierre del horno, lo que traducido para el caso quiere decir que existe todo un camino programado de introducción en el conocimiento de las diversas drogas, incluida la heroína, para las jóvenes en edades comprendidas entre los 15 y los 19 años. 

Estos programas son sencillos, e incluyen un primer consumo en grupo, el reparto de dos unidosis para que a su libre criterio la prueben, una vez en solitario y otra con quienes ellas quieran, y un último consumo programado en grupo, excepto en el caso de la heroína, en el que el proceso tan solo incluye una única unidosis para consumo en angustiosa soledad en dependencias al efecto, dependencias de tan marcado y deprimente aspecto hospitalario que programamos perfectamente a nuestras jóvenes, haciéndoles automáticamente asociar en su aún maleable mente tal consumo con la enfermedad o la vejez, y nunca más, hasta su posible senilidad, se plantean para nada consumir una droga de tales características. 

Todas sabemos que se trata de una burda farsa manipulatoria, y tampoco se oculta tal extremo a las educandas, porque se ha comprobado que son más dóciles si no se les esconde el hecho de tal manipulación, y normalmente incluso suelen aportar su propio esfuerzo personal a dejarse programar a tope sobre este tema en concreto. ¿Es, o no, como para no sentirse orgullosas como especie? Así que, con tal bagaje, es normal que hayamos logrado que sea la droga más impopular entre la juventud, y hace decenios que no se ha detectado caso alguno de consumo no programado en tal segmento de edad, de lo cual nos sentimos plenamente orgullosas. 

Excepto para la heroína, que incluye esa única y deprimente experiencia, para las demás drogas se prevén tres ciclos completos de los descritos (en grupo, unidosis, en grupo) que el o la alumna puede programar a su antojo durante ese período de edad, si bien el sendero educativo prevé que, para cada droga, entre tales ciclos han de transcurrir al menos cinco meses. En cuanto a la simultaneidad en el consumo de los diferentes productos, hay un ciclo dedicado específicamente a ello una vez han probado o experimentado por separado con cada una de las sustancias, y otro ciclo justo como final de su proceso de formación sobre el tema. 

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O sea, que tanta tecnología superavanzada... para llegar a la conclusión de que, salvo contadísimas excepciones, en lo que se refiere a usos lúdicos de las drogas, nada hay como las de origen natural. 
un saludo cordial. 
ET & forrest gump. 
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diumenge, 27 de gener del 2013

Un modelo social del futuro (IV) Estructuras sociales de base


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Queridos lectores o lectoras: 
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A estas alturas, seguro que no es preciso que detalle la fuente de todas estas sorprendentes exposiciones. 

¡Ah!, y como siempre en este texto "transtemporal", recordad que el genérico del lenguaje es el femenino. 
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Nuestras unidades básicas de convivencia social y sexual más frecuentes y usuales son las comunas. Las de convivencia social están integradas por miembros estables y miembros itinerantes. Los miembros estables son un número variable e indeterminado de familias ---[ entendidas éstas, no cabría concebirlas de otra forma desde la óptica de la matricentralidad, como las formadas por madre e hijas mientras éstas sean menores de edad ]---, soliendo haber ordinariamente, por cada comuna en concreto, de tres a nueve de estas familias que así han libremente decidido irse agregando para vivir o para proseguir las andanzas de una comuna ya preexistente. 

Los miembros itinerantes de estas comunas, en general varones o mujeres sin hijas menores de edad, suelen guardar más o menos la proporción dos a uno respecto del número de madres, siendo sus períodos máximos de estancia en ellas, no obstante, de tres meses, aunque se suele prorrogar, si así lo desea el o la afectada, al menos en una ocasión. 

Sin embargo, y en todo caso, en un plazo máximo de nueve meses, aunque solamente sea por un trimestre, se tienen que largar rumbo a otra comuna o rumbo a donde quieran. Aunque por supuesto todo esto de los plazos y demás carece, por descontado, de transcripción legal alguna, lo habitual es que todo el mundo se ciña en su comportamiento a los citados criterios, y así es cómo, entre otros muchos logros, nuestra civilización ha hecho realidad la anhelada utopía del hogar familiar sin varones adultos estables radicados permanentemente en él. 

Cabe comentar aquí, porque si no no sé dónde lo voy a meter, que aunque existen suficientes centros de educación infantil y parvularios, la mayoría de las niñas menores de seis años aprenden las primeras letras y comienzan a saber manejarse con la Red y otras tecnologías en el seno de sus comunas. 

Es casi imposible que fuera de otra forma, dada la extrema atención que todas las adultas residentes en un hogar o comuna incondicionalmente les prodigamos en todo momento, pues hasta dejamos de follar por atenderlas, si bien por supuesto siempre les dejamos ir a su aire, a nadie se le ocurre imponer porque sí su presencia a cualquiera de estas encantadoras criaturas, ya nos buscarán si así lo desean, y hasta en las siempre por nosotras deseadas y aun anheladas efusiones afectivas, besos, caricias o abrazos, estamos a lo que ellas se dignen demandar, querer. o generosamente regalar. 

Y, por descontado, nada de sexo con ellas bajo parámetros o concepciones adultas del tema, pues estaríamos buenas, ya que, por más que bien que nos ven actuar a todas las demás, de pequeñas o muy pequeñas ellos "entienden" tan poco como ellas, salvo los excepcionales casos de gran madurez física y mental que se puedan dar, aunque aun así, se lo digo yo que si de algo sé es precisamente de esto, con menos de seis años nada de nada.. 

Lo ven, claro, cotidianamente, porque, ¿qué habría de ocultárseles? Desde que nacen se les comenta que esos son unos muy vigorosos juegos de adultos, concretamente denominados las TPM o Tremebundas Peleas pero de Mentirijillas, y aunque a veces llegan a marcharse algo asombradas más que asustadas por la intensidad de las escenas que se desarrollan ante sus ojos, en general pasan bastante del tema, como es natural, o hasta se ríen si en los procesos rugimos en exceso, sobre todo si se trata, como es habitual, de grandes orgías en grupo, y hasta en ocasiones se desternillan de, según ellas y ellos, vernos hacer tantas tonterías. 

Sigamos con el tema central. No obstante lo que en principio pudiera quizá parecer por su denominación, los miembros estables de las comunas lógicamente también van cambiando con el tiempo, pues las familias se suelen marchar, aunque nadie las echa, al ir cumpliendo las hijas la mayoría de edad, y otras nuevas madres con sus criaturitas más o menos recién nacidas van reemplazando a quienes se van. Por lo tanto, siempre hay nuevas comunas que se fundan, otras que desaparecen, y otras muchas, lo más habitual, en las que sus diferentes miembros se van paulatinamente renovando. Es todo como bastante dinámico.

Tanto o más dinámicas son las comunas sexuales, en las que suelen estar integradas todos los varones adultos y las mujeres sin descendencia menor de edad, siendo aquí los miembros itinerantes las mamás, con o sin su descendencia a cuestas, aunque por períodos o estancias bastante más breves. 

Las comunas de este otro tipo normalmente vienen a estar integradas por entre veinticinco y treinta y cinco miembros, aunque en ellas la población en régimen estable suele ser mayoría bastante absoluta, y si bien lo normal es pertenecer sucesivamente a diversas de ellas, de según qué comunas digamos que nunca termina una de irse del todo, aunque solamente sea a nivel emocional. 

Pero no se dejen engañar por sus denominaciones, porque lo que se dice erotismo y sexualidad, se practican más o menos por igual en ambos tipos de alojamientos, o sea, siempre que se puede, y como las niñas, como se ha dicho, desde que nacen nos ven hacerlo y que no pasa nada, más allá de su eventual capricho de querer "participar", en general, si no están aún en una edad en que también empiezan a interesarles los audiovídeos pornodidácticos, pasan, insisto, completamente de nosotras y se dedican a sus juegos, estudios o aficiones. 

Y si son de las que ya "entienden" y quieren meterse en el fregado, saben que, a priori, y si se comportan debida y adecuadamente, adulta alguna tiene el derecho de rechazarlas, privilegio que solamente tendría un niño menor que ella o él que, previamente, ya estuviera metido en el berenjenal. 

Así es, hubo de tomarse tan penosa medida discriminatoria porque las niñas que no eran de las de una de cada siete ordinariamente no tan sólo no querían participar, sino que, a partir de cierta edad, pretendían que las demás, especialmente los niños, tampoco lo hicieran, por lo que se colaban en los grupos para no dejarlos participar, pobres niños. 

En fin, son siglos y siglos de determinismo genético, por lo que a los varoncitos ha de enseñárseles a nunca usar la violencia, ni sobre las féminas, pobres niñas, ni sobre nadie, y a las niñas conviene, desde muy pequeñas, educarlas en, al menos, saber no molestar o dificultar los contactos sexuales entre las demás. Solamente mis una de cada siete, las que siempre "entendieron", son másters cum laude en ambas materias del correcto desenvolverse, siendo en tales facetas las más perfectas de la humanidad, de niñas y de mayores. 

Bien, retomemos, de nuevo, este somero bosquejo general de nuestro entramado social. Así, y progresando en la descripción de los esquemas que caracterizan a nuestra sociedad, nos encontramos con que ambos tipos de comuna, a su vez y en la práctica, están federadas en clanes que aseguran, cada uno a sus comunas asociadas, que velarán permanentemente porque todos y cada uno de sus miembros individuales tengan en todo momento el más idóneo de los alojamientos posibles. Los clanes albergan a un número muy variable de comunas, desde una única, que poquitos pero aún así los hay, hasta a veces cincuenta o más.

A las federaciones de clanes las denominamos anillos sindiásmicos porque, a diferencia de lo que sucede en los niveles inferiores de esta organización social, donde los compromisos son siempre voluntarios y en todo momento revocables, en estos anillos, en cambio, aunque nada obliga a entrar en uno de ellos y de hecho hay multitud de clanes sin "anillar", si se entra se hace por un período de tiempo mínimo concreto previamente pactado, única manera de conseguir hacer cuadrar las grandes cifras que respecto a todo se comienzan a manejar, porque los menores anillos de tal tipo enseguida suelen incluir cincuenta o más clanes, aunque los hay aún gigantescamente mucho mayores. 

Las rondas son un planteamiento alternativo en el que se contraen los mismos compromisos que en los anillos sindiásmicos, excepto el compromiso de pertenecer a ella por un tiempo mínimo determinado, existiendo las rondas dinámicas, en la que existe el compromiso adicional de, periódicamente, transhumar en grupo de una  a otra comuna o clan, y las estáticas, en las que no es preciso cumplir con tal cosa. 

Las rondas son bastante populares entre la juventud y la mediana edad, mientras que las de más edad, sin dejar por ello de ligar con quien se pueda y se deje (y sea legal, claro), preferimos la más estable cobertura de los anillos sindiásmicos, que a veces hay rondas que dan algo de pena en lo de proveer según qué necesidades o, al menos, parecen manifiestamente mejorables en diversos aspectos. 

Como siempre, las viejas criticando a la juventud. Lo hacemos con la mejor de las intenciones, claro que sí, con argumentaciones y sin saña alguna, pero la criticamos, incluso hoy en día que no hay lugar a la envidia, pues aunque el color de nuestros cabellos o cejas, que nunca teñimos salvo por hacer el indio, tiende a ser un fiable indicador de nuestra edad real, por lo demás somos igual de molones que las jóvenes. Bien, pero ellas asumen con paciencia y buen humor esta manera de ser de las mayores, pues nuestra juventud es una gente maravillosa, y bastante idealista, como en todos los buenos períodos de la historia de nuestra especie.

Los matrimonios por grupos, fórmula hoy prácticamente en desuso, venían a ser una formulación alternativa al clan. Sin embargo, como el esperado compromiso de que todas las casadas de cada grupo fueran mutua y sexualmente accesibles para absolutamente todas las demás personas del resto de grupos implicados no se correspondía gran cosa con la realidad de cómo somos las humanas de verdad, enseguida languideció y dejó paso al, en tal terreno, mucho menos exigente clan. 

No obstante, la gente muy, muy joven, aún va integrando algunos nuevos matrimonios por grupos, convencidas como están de que ellas son diferentes y podrán hacer perdurar de verdad en el tiempo tal tipo de unión o compromiso socio sexual. Lo que les decía, unas idealistas, pero lo más deseable es que indefinidamente sigan siendo así todas las sucesivas oleadas juveniles. 

También, naturalmente, están las desarraigadas, que no pertenecen a grupo o clan alguno, y que habitualmente viven en solitario o en pequeños grupos de dos o tres personas, pero descontando el caso particular de las recién accedidas a la mayoría de edad y que con ella se han independizado, que suelen de entrada utilizar tal forma de habitar o vivir hasta que llegan a fundar su propia comuna o bien se agregan a alguna ya existente, que de todo hay, en el resto de población el porcentaje de las que así viven, desarraigadas, es realmente muy insignificante, bastante menos del uno por ciento de la población igual o mayor de veinte años. 

Las menores, claro está, no tienen aún libertad para elegir tal tipo de vida, aunque a partir de que cumplen los catorce hay una cierta tolerancia o vista gorda respecto a dónde habitan de verdad, si bien, a todos los efectos, siguen bajo la tutela efectiva de su comuna materna y de su grupo o clan. 



...bueno, es un esquema muy general, claro (y cualquiera se atreve a detallar más sobre según qué cosas, visto lo dicho por la de la "pronografía" :-D), pero, para comenzar a comprender que, alternativas al modelo socialmente hoy impuesto, haberlas, haylas, es más que suficiente. 

Otra cosa, claro, es que, como siempre, habremos de pensar en términos de "proceso o procesos para llegar a...", y no en eventos,  tipo "mañana chascamos los dedos, y automáticamente estará cambiado y solucionado todo gracias a esta o aquella idea mágica o majica". 

En fin, quien desee aprender o reflexionar más en profundidad sobre qué es el salvajismo, qué la barbarie, o qué, lo peor de todo, este suicida modelo que denominamos "civilización", puede apoyarse en este artículo sobre el tema de la familia bajo una óptica mucho más convencional


saludos cordiales. 
ET & forrest gump. 
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dijous, 24 de gener del 2013

Un modelo social del futuro (III) Matricentralidad y crecimiento humano

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Queridos lectores y lectoras: 
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El texto del futuro contiene partes o pasajes que, dada la brutalidad represora sexual tipo Sandra AMT dominante hoy en día en el mundo, difícilmente podrán ver la luz, ni aquí ni en parte alguna, en virtud de esa represión total existente, que estrangula cualquier posibilidad de, más allá de alguna tímida pincelada (y nunca seria), en absoluto querer abordar qué es lo que sería más conveniente para el correcto desarrollo afectivo erótico y SEXUAL de los niños, que representan, no lo olvidemos, y sin duda, no solamente el mejor segmento de la Humanidad, sino también su mañana, su futuro. 

Dado, no obstante, que el fascista misántropo ya no me dejará pasar ni una, y dando por descontado que éste, y quizá todos mis blogs, sí que serán cerrados, por su causa o acción, o la alguien tan fascista, imbécil y nocivo como él (asesino indirecto de niños, no lo olvidemos, por sus bien evitables derroches energéticos), he decidido sacar a la luz este post sobre la matricentralidad, comenzando a explicar un poco, solamente un poquitín, por dónde deberían ir las cosas si en verdad fuéramos una especie racional y, al tiempo, aspiráramos a ser felices y positivos toda nuestra vida.  

Sé que corro esos riesgos. Sin embargo, el único que me preocupa, en verdad, es la opinión que, a raíz precisamente de este post, a quemarropa y sin avisarle previamente, pueda pasar a tener sobre mí muy estimado socio Altair, la persona víctima de escarnios y suplantación por parte del asno facha parlante y sus secuaces (¿maderos?) 

Bueno, ustedes mismos juzgarán (nunca mejor dicho) Y no se corten: si se lo pide el cuerpo, insulten sin temor en la zona de comentarios, que para eso está abierta y no censurada, previamente o a priori, como otras, y sabido es que el insulto, la difamación y demás no son sino las argumentaciones o herramientas de que disponen quienes carecen de argumentos en verdad sólidos, y asentados en los hechos y en la Razón. 

Y no olvidéis, no olviden tampoco, que, como siempre en este texto, el genérico es el femenino, y no el masculino ;-)  


Matricentralidad y crecimiento humano


Así que vaya si han cambiado según qué cosas en el panorama social actual respecto del vuestro... 

Por citar algo, las humanas hace tiempo que dijimos adiós a cualquier posible complejo de Edipo (el de Electra nunca existió, por ser obvio que con quien preferentemente querían acostarse tanto los niños como las niñas era con su, aunque más o menos agraciada, siempre amada progenitora), pues ahora, para ser madre, se le exige a la candidata el compromiso firme de, ante solicitud explícita por parte del o de la menor, y solamente ante tal solicitud, no denegarle jamás por razón alguna (salvo que se esté realmente enferma, claro está, pudiendo demorar también lo preciso los encuentros, o interrumpirlos, si otras obligaciones esenciales hacia otros menores así lo requieren, y otras circunstancias similares) el acceso erótico o incluso sexual a su persona a esas sus hijas a quienes tanto promete que amará en el futuro, si bien a partir de que las menores cumplen los catorce, se tolera socialmente que ellas, las madres, puedan emprender moderadas intentos o maniobras tanto de negativa como de seducción, quedando no obstante libres de toda obligación al respecto al alcanzar su descendencia la mayoría de edad, y pasando, a partir de ahí, a tener entre y con ellas el vínculo adulto que les dé libremente la gana adoptar o asumir a las partes implicadas. 

Porque por supuesto que para poder ser madre se requiere la autorización social. Claro que no se impone castigo específico alguno a quienes no cumplan con este requisito, pero los usos sociales vigentes requieren de la ciudadanía un compromiso serio general en pro de la sostenibilidad, ese compromiso incluye un control demográfico estricto, y este compromiso social es cumplido fielmente por una gran, inmensa mayoría de tal ciudadanía. 

Y es que ese bien antes tan escaso llamado inteligencia, hoy, afortunadamente, abunda por doquier, y por fin se ha llegado a la mejor aproximación posible de la utópica propuesta de que toda mujer pudiera libremente decidir cuántas hijas deseaba tener. Teniendo en cuenta lo bien que nos conservamos y siendo conscientes de que estamos hablando de períodos de fertilidad femenina superiores a cuarenta años, parece evidente que, sin ese compromiso social, la tasa de natalidad se dispararía al alza, lo cual, como especie, es incompatible con nuestra firme, decidida y mantenida apuesta por la sostenibilidad.

En torno a cada tema concreto, es prioritario el interés social que no el individual, se hable de lo que se hable, pues ello es uno de los principios básicos de cualquier sociedad, ya que precisamente para eso existe, para, por más que evidentemente se ha de procurar y se procura evitarlos, en caso de conflicto de intereses hacer prevalecer, respecto a cada cuestión o derecho en litigio, el criterio social sobre el individual. 

La Tierra carece de recursos infinitos e inagotables, por más tecnología y energía de la que dispongamos, y cualquier sociedad humana que, sin padecer más traumáticos colapsos, quiera sobrevivir indefinidamente como especie sobre este mundo durante al menos esos quince millones de años propios de muchas especies superiores, ha de racionalizar y solucionar los desafíos que tales límites del Planeta le plantean.

Vosotras, mayoritariamente, optasteis por decir que "sí, si, claro", pero sin de verdad afrontar el problema, y enseguida mirabais para otro lado cuando por doquier se podía constatar que, salvo entre las capas intermedias de los países más ricos, la deseable utopía de no más de dos hijos por mujer y preferiblemente solo uno no se cumplía ni por asomo, y en el momento de vuestra catástrofe alcanzasteis una cifra de población similar a la actual, cuando por vuestro real desarrollo tecnológico, político y económico no estabais en condiciones de poder albergar, en condiciones dignas y suficientes, apenas si a la décima parte de esa cifra. Sí, si las cosas hubieran sido de otra manera, la cifra habría podido ser mayor, pero la realidad era la que era, no la ucronía de lo que "podría haber sido". 

De todas formas, la práctica cotidiana y habitual, en el ejercicio y cumplimiento de ese control demográfico, es la de incondicionalmente dar el visto bueno social al primer hijo o hija, y tampoco se suelen poner grandes trabas de cara a autorizar un segundo embarazo, aunque, a partir de ahí, no llega ni a un uno y medio por ciento el caso de terceros o aún más posteriores embarazos solicitados que se autorizan.

Por cierto, quizá os sorprenda saber que la metodología hoy en día más habitual y más empleada para quedarse embarazada es mediante la inseminación artificial, hasta ese punto hemos llegado a tener claro que sexo y reproducción son cosas diferentes. 

Al efecto, existen unas diminutas neveritas domésticas especiales para muy bajas temperaturas que la Administración Redistribuidora le regala a todas las chicas al cumplir la mayoría de edad y en las que, previa adquisición de las necesarias muestras de semen (mediante el proceso que se describirá enseguida), poniendo la muestra finalmente elegida a la adecuada temperatura, y autoaplicándosela vía vaginal cuando a una le venga mejor dentro de los márgenes temporales que oportunamente señalan los sensores del pequeño y ligero artefacto, proceso completado.

Y a partir de ahí, a seguir follando con quien se quiera, con la seguridad total de que a esta inseminación artificial no se le conocen fallos. Bueno, si que hay unos cuantos días previos a la autoaplicación en los que a nadie (masculino) se le puede dejar entrar, salvo que sea el elegido como padre biológico, pero en el marasmo sexual en que vivimos inmersas, a nadie le preocupa mucho que durante dos o tres días no se le pueda meter a alguien, y a esa alguien, satisfecha como constantemente se ve por tantos otros caminos alternativos al coito, tampoco le va a preocupar gran cosa abstenerse tan solo de los placeres vaginales, que no de los carnales.

A fin y efecto de que tal modalidad gratuita de reproducción tecnológicamente asistida funcione, cada varón fértil efectúa, de modo totalmente voluntario, una donación periódica de su semen a un banco de esperma quien, a cambio, le hace entrega de una clave digital. A partir de ahí, el varón de turno le cederá una autorización de uso a cualquier mujer que, habiéndose ya acostado previamente en alguna ocasión con él, pueda solicitársela, y ésta ya se encargará de, en su caso, hacer efectivas telemáticamente ante el banco de esperma las autorizaciones que estime oportuno, sabiendo que puntualmente llegarán a su domicilio las remesas que haya solicitado, todas las muestras bien etiquetaditas y tal. 

En la práctica, y salvo en lapsos relativamente breves, lo habitual es que las mujeres tengan su personal neverita (por lo general coquetamente tuneada y personalizada) completamente vacía y desconectada para que no consuma inútilmente energía porque, ¿para qué íbamos a derrochar recursos en distribuir y distribuir muestras embotelladas de semen que nadie desea en realidad recibir? ¿por hacer gasto?

Las mujeres también pueden, por supuesto, solicitar quedar embarazadas de alguien con quien nunca hayan mantenido ni vayan a tener relaciones orgásmico sexuales, pero ello es sumamente inhabitual, supone todo otro procedimiento bastante más complejo, no es gratuito y, en general, se deniegan bastantes solicitudes. 

Sin embargo, tal estado de cosas no parece preocupar para nada a la inmensa mayoría de las mujeres que, por el contrario, y al igual que la práctica totalidad de los varones, aprueban con un notable alto a la Administración Redistribuidora también en esa faceta de la gestión de los bancos de esperma, siendo el argumento moneda de cambio el que no porque se tenga acceso a una determinada tecnología se ha de necesariamente hacer servir más allá de lo correcto y normal. 

Socialmente, el posicionamiento híper mayoritario es que nos negamos a que nuestra tecnología esté, en cuestiones tan serias como ésta, al servicio de los caprichos humanos, que para eso bien que, a cambio, cumple admirablemente sus funciones de proveer y satisfacer las necesidades reales, que es su objetivo. 

No obstante, tales restricciones no son de aplicación, claro está, en el caso de las mujeres que resultan ser infértiles, quienes por supuesto, y con carácter totalmente gratuito, tienen a su alcance y servicio los medios y procedimientos artificiales biotecnológicos adecuados para que, igual que cualquiera otra, puedan procrear, y aún optar, por qué no, a lo del tercer hijo y demás. Sin embargo, la realidad es que más de la mitad de las afectadas no hacen uso nunca de ese respaldo, porque están convencidas que si son así, infértiles, deben de ser coherentes con lo que les dicta la Naturaleza, y optan por no tener descendencia.

La tercera criatura o posterior que algunas puedan ver que se les autoriza se deberá a la generosidad de aquellas otras mujeres que libremente hayan decidido tener una o ninguna hijas, generosidad que da, justito, justito, para que algunas puedan ver socialmente autorizado ese tercer hijo o hija o posterior, porque de las teóricas plazas que esa generosidad deja libre se han de descontar los partos múltiples, gemelitas y tal, y la cosa no da para mucho más, porque un muy elevado porcentaje de las mujeres (y pienso que yo también así lo haría si fuera una de ellas) decide tener "sus" dos hijas y luego ya se verá, y la cifra de nacimientos socialmente no autorizados que realmente se da, sin ser exagerada, se come otra buena parta de esas teóricas plazas libres dejadas por las generosas. 

Y claro está, para controlar las cifras también contamos con el hecho favorable de que, sin intervenir para nada con procesos de preselección del sexo, el número de nacimientos de niñas sigue siendo algo inferior al de niños (aproximadamente 47 a 53), como casi siempre, pese a lo cual, por su mayor sensatez general y salvo en períodos como el actual, la mayoría demográfica sí la constituían las féminas, pues vivían más tiempo, mientras que ahora varones y mujeres venimos a vivir más o menos igual. 

Ahora, en lo que está todo el mundo hoy en día de acuerdo es en que carece de sentido andar repitiendo los experimentos genéticos, por lo que toda mujer siempre busca distintos padres o donantes para cada una de las hijas que vaya a tener. Las gemelas, trillizas y demás son socialmente tan apreciadas como las demás, pero son los únicos casos concretos en los que se produce una similaridad genética que no sería bueno que se produjera en la especie más allá de lo que aleatoriamente, mediante tales partos múltiples, toque y corresponda. 
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Pues nada, que me sea leve, y que Altair no se me enfade, que, al fin y al cabo, este es el blog críptico y de las "cosas raras", no el más formal, y donde más a menudo colabora él, de "ET y esta Crisis". 
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saludos cordiales. 
ET & forrest gump. 
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la que encontré y mejor cuadraba, pues está inundada de Amor, careciendo, por tanto, de intención otra alguna; por eso, dejo en ella, sin problemas, ese nombre legible, ese nombre como podría ser cualquier otro, o ni tenerlo.

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diumenge, 20 de gener del 2013

Un modelo social del futuro: (II) Relaciones Personales

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delaepicentru.com (2013)



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Querida lectora o lector: 

(...sí, otra vez :-D , texto del futuro al canto, jeje... ; ¡ah!, y recordad que, en ese texto, el genérico es el femenino, y no el masculino como actualmente, no os llaméis a engaño o engaños con ello ;-)... )  



Muchas más cosas del orden social han cambiado radicalmente desde vuestra época a la actual. Por ejemplo, hace siglos que desapareció toda legislación o refrendo institucional a cualquier forma de mutua y voluntaria unión entre los individuos, por entenderse que sobre cosas tan íntimas y personales era absurdo legislar

Así, y sin que exista ni se necesite para nada respaldo legal alguno, desde entonces la gente se pudo y se puede libremente unir, y de hecho está unida, por parejas, por tríos, en matrimonios por grupos, en comunas, en clanes, en anillos sindiásmicos o en rondas, por citar solamente algunas de las formas y niveles de compromiso más habituales, pudiéndose además simultanear la pertenencia a diversas de estas formas de unión, porque son de distinto nivel. 

En vista, entre otras cosas, de vuestros propios errores, en el nuevo modelo social no tuvieron cabida las reaccionarias pretensiones, tan arraigadas en los tiempos previos a la ReEvolución, de permanecer firmemente aferradas al nefasto planteamiento de mantener la pareja monogámica, o a lo sumo monogámica sucesiva, como único modelo posible y legalmente vigente, mucho más allá de lo que podían aconsejar tanto el buen sentido como el haberse alcanzado ya el éxito en lo de reproducirse, haciéndose preciso por tanto, como ya se expuso, efectuar una urgente transición hacia modelos que no tuvieran tanto éxito en tal tarea reproductora y que, por mor de ello, fueran más sostenibles que no el de todo punto imposible indefinido crecimiento de la población. 

Así que, por una vez, afortunadamente se supo escarmentar en cabeza ajena, y desde hace ya mucho tales equivocados esquemas pasaron a dios gracias a mejor vida, si bien, para ser más precisas, se ha de matizar que tan parco y pobre modelo ha quedado reservada exclusivamente para las generaciones sumamente jóvenes, mientras maduran el concepto de que, al igual que en la guardería y en el parvulario las cosas no funcionaron de verdad hasta que supieron compartir los juguetes, a lo mejor ahora también sucede exactamente lo mismo. 

¡Y vaya sí sucede lo mismo, je, je!, sólo que aquí los juguetes son, también y lo primero de todo, personas y no objetos. Bien, aclaro que, en su momento, también comprendimos que no hay problema alguno en que las personas podamos ser juguetes, siempre que ello, claro, no nos convierta en objetos. 

La desaparición de toda disposición legal sobre el matrimonio u otras formas de unión conllevó, al poder pasar la gente a casarse cuantas veces quisiera con cuanta gente quisiera, el inmediato incremento del número de personas que desearon contraer nupcias o como lo queráis llamar, sin que ello supusiese para nada trivializar tal concepto, porque solamente nos casamos (no siempre fue así) por amor, y ponemos sinceramente nuestro empeño en mantener la voluntad de siempre amar a la otra u otras personas, y la lealtad y la fidelidad las concretamos en el compromiso firme, específico e irrompible de, en el peor de los casos, nunca permitir que las rencillas, el rencor, o no digamos ya abiertamente el odio, se instalen en nuestras relaciones. 

Por otra parte, tampoco es que ahora el camino emocional hasta llegar a adquirir la debida madurez sea tan extraordinariamente sencillo, porque, salvo a las poquísimas personas que consiguen, ya de entrada en su vida, casarse con un grupo estable preexistente, a las demás nos toca recorrer el clásico itinerario de primero pensarnos que nada ni nadie igualará jamás a la persona a la que tanto creemos monogámica y exclusivistamente amar, para comprender luego que para divertirnos y crecer de verdad hemos de ser más, lo que nos lleva a apostar por formar nuestro propio y nuevo grupo. 

Y si en tal itinerario conseguimos superar la fase del trío (la más difícil de todas porque siempre todo parece ser un dos contra uno entre sus miembros, siendo de hecho el punto crucial en el que se produce el mayor número de fracasos durante la formación de los grupos), el camino que queda por delante es ya bastante más llano y sencillo y, a partir de ahí, el grupo de cinco o más componentes se suele alcanzar sin mayores problemas, y sin tanto desgaste emocional. 

Ahora bien, luego están los casos adicionales, y generalmente posteriores a los hasta ahora descritos, en el que uno o una, al margen de por supuesto mantener tanto la unidad de su propio grupo como sus enlaces personales adicionales, lo que pretende y desea individualmente es casarse de golpe con todo un grupo en principio externo al propio, y les aseguro que solamente una muy sólida construcción emocional permite el poder afrontar, con anhelo, sí, pero también con entereza y sin zozobras, tales noches de boda, en la que uno o una sabe que va a ser literalmente, o casi, devorada en masa y consumida sin remisión alguna, tanto física como emocionalmente, por los miembros de ese otro grupo que tanto nos ha atraído y con el que hemos querido de verdad formalizar otro sólido lazo múltiple. 

Al lado de ello, las esperanzas, inseguridades o temores que, en su momento, pudiera generarnos nuestro primer compromiso monogámico exclusivista de la adolescencia intermedia, nos parece ahora cosa de risa, aunque no dejó de ser una dura y difícil fase más que, en principio, a casi todas nos toca o nos tocó pasar, excepto esa minoría mencionada tan reducida como afortunada que, con edades tremendamente jóvenes, ya fueron capaces de dar tal salto directo al matrimonio con todo un grupo. 

En nuestra biotecnológicamente tan avanzada sociedad, las medidas anticonceptivas orales, anticonceptivas que no abortivas, hace mucho que alcanzaron la perfección, porque ya no hay indeseados efectos secundarios que valgan, y se suministran en sabrosos pastelitos con sabor a chocolate que se pueden consumir diariamente aunque con uno al mes habría suficiente. 

Gracias a ello, la mujer puede ahora decidir, por ciclos, si desea estar en condiciones de fertilidad o si, por el contrario, este mes tampoco quiere tener la regla sin que ello signifique que esté embarazada. Hoy solamente tienen la regla, quieras o no, las adolescentes hasta que su ciclo alcanza la adecuada regularidad, y aquellas otras que, por capricho, la quieran tener: nadie, salvo quizá alguna voluntaria vagabunda social empedernida que pueda haber por ahí. 

La pretensión de que los varones tomaran también a su vez medidas anticonceptivas está entre las cosas que más nos pasman de vuestro pasado, pues nadie comprende hoy en día cómo pudo extenderse tal polémica durante tanto tiempo, dada la supina estupidez del planteamiento. Porque no se trata ya de que, obviamente, sea y es mucho más fácil de controlar una única célula u óvulo al mes que no millones de espermatozoides cada día, sino, sobre todo, que nadie que padeciera un dolor de cabeza le sugeriría nunca a ninguna otra persona que se tomara los analgésicos en su lugar, a ver si así se mejoraba su jaqueca. 

Pues sustituyan "dolor de cabeza" o "jaqueca" por "embarazo", y con ello ya queda todo suficientemente razonado, dado que, se mire como se mire, lo que nunca será normal, ante algo problemático que a quien únicamente le puede suceder es a una, es no buscar sacarse las castañas del fuego por los propios medios. 

Bien, las paleosociólogas aseguran al respecto que la razón real de que tal polémica subsistiera entre vosotras durante tanto tiempo se debió a que, en realidad, el tema era descaradamente utilizado como una herramienta más de obstaculización al acceso al libre sexo, en esa sociedad vuestra en la que era siempre bienvenido todo aquello que valiera para desustanciar o inhibir la práctica de la más gozosa, sana y sostenible actividad a que pueda dedicarse el género humano.

Abortos, claro, ya no hay, salvo los espontáneos o los terapéuticos, cuando el embarazo representa un peligro real para la propia gestante, con lo cual nuestra sociedad se ha librado de las traumáticas contradicciones que implicaba, por una parte, la obviedad de que un ser humano es tal ser humano desde el mismo momento de la concepción hasta el de su muerte, se produzca ésta segundos, horas, días, meses o años después de la fecundación, porque qué otra cosa podía, si no, ser tal ente en crecimiento, y por otra, la necesidad, sin embargo, de no desgraciar la vida, propia y ajena, trayendo al mundo nuevas criaturas que nadie deseaba y que muchas veces ni siquiera se podrían digna y adecuadamente mantener y criar. 

La verdad, es un gran descanso el actual estatus de la cuestión, sobre todo viendo las barbaridades que sobre el tema se vertieron, como las de las científicas que, contra toda evidencia, proclamaban que el oocito solamente era humano a partir de un cierto número de subdivisiones o diferenciaciones celulares (¿y en el microsegundo anterior a tal evento que era, un huevo de codorniz?), o bien como las religiones, que aunque ellas tranquilamente sí que hubieran podido determinar que el dios de turno no insuflaba el alma hasta alcanzado cierto nivel de maduración celular, por aviesos intereses contra la felicidad humana, que no por defender la verdad, unánimemente apostaron porque aquello era "una de las nuestras" desde el momento mismo de la fecundación. 

En fin, lo dicho, un descanso el poder dejar atrás tanto prejuicio, tanta estupidez, tanto problema y tanta miseria. 


saludos cordiales. 
ET & forrest gump. 
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Año 28.251, la Luna mirando a la Tierra y a la Humanidad

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dilluns, 14 de gener del 2013

Una Sociedad Eróticamente Anoréxica y Sin Esperanzas

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Nnid..., cdind..., smdd...

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Queridos lectores o lectoras: 


Como comprenderéis, una oportunidad como esta de enemistarme absolutamente con todo el mundo no se me volverá a brindar en la vida, por lo que, por supuesto, paso a no desaprovecharla en lo más mínimo :-D  

Así que soy un pederasta :-D !!! Y supongo que encima maricón, por "atraerme" más los niños que no las niñas, ¡¡ no te digo! X-D !!!

Y para convertirme en la sin duda socialmente más simpática figura que pueda uno concebir en este mundo occidental, ha bastado con que alguien, desde una posición de cierto relieve o status social y no despreciable "audiencia", me difame impunemente, y a continuación elimine toda posibilidad de respuesta por mi parte, en un acto que, por sí solo, revela la catadura que exhibe semejante individuo. 

Porque es así: mientras que hasta con los terroristas la gente de bien, antes de condenar, siempre procura intentar comprender (que no compartir) cómo han llegado a cometer tales barbaridades, a quien la cae esta otra etiqueta de abusador de infantes ya puede hacer lo que sea, que todo dios le presupondrá culpable, incluso aunque pueda demostrar fehacientemente la falsedad de tales acusaciones. 

Y bueno, lo que tenía yo que decir ya lo conocéis, si os ha interesado, pues es el tema precisamente del anterior post de este mismo blog, por lo que tampoco procede caer por mi parte en excesos de repeticiones: quien busca justicia y equidad ya se habrá probablemente documentado y leído mis respuestas, y quienes ya han comenzado a lanzarme sus piedras de la omisión y el desprecio, bueno, pues de eso es precisamente de lo que pretendía hablar en este post: de esta sociedad erótica y sexualmente anoréxica (por cierto: ¿se han fijado en el curioso acrónimo del título de este post, "USÉASÉ" :-P)  

Porque, salvo para las mentes enfermas hambrientas o ignorantes totales respecto del sexo (que ya ni siquiera del erotismo o afectividad), para cualquier otra persona es una obviedad que una cosa son los impulsos o tendencias, otra las intenciones, y otra ya completamente diferente (y las únicas que en verdad nos pueden generar responsabilidades), las actuaciones. El resto, pretender ir más lejos incluso que en Minority Report.

Pongamos un caso práctico. Todos y todas sabemos que la mayoría, en un momento u otro (y salvo los seres perfectos, claro, como AFP) hemos experimentado afanes de codicia, deseos de poseer más y más, todo a ser posible, aunque luego, quizá incluso con el loable afán de poner de verdad un poco de justicia distributiva en este mundo, "generosamente" redistribuyéramos algo entre los y las demás :-D  

Bien, nos reconoceríamos, ¿no? Ahora bien, de sobras sabemos que esos posibles deseos de súper riqueza o lo que sea no implican, para nada, que nos vayamos a entregar a especulaciones en las que formulemos intenciones de dar salida a ese afán de tener muchísimo más de lo que tenemos o necesitamos. Y aún mucho menos implican que pensemos en llevar a la práctica ninguna acción reprobable o ilegítima, ya es normal que la gente fantasee con quedarse la recaudación de todo un día de la caja, o con agenciarse sigilosa o ladinamente de bienes de valor, o esas mil y una cosas que, en la práctica, ni se hacen ni se plantea uno hacerlas, y que permiten que, sean más o menos ambiciosos en su fuero interno las personas, finalmente, sin embargo, exhiban una conducta real perfectamente honrada y hasta, por qué no, honorable. 

Bien, pues la cuestión es: lo que se entiende perfectamente para el caso de la codicia (o prácticamente de lo que sea), ¿por qué no se quiere entender para el caso de la pedofilia? ¿Quizá porque, para vuestras sucias mentes, es más fácil y confortable creer en la culpabilidad ajena en ese tema en concreto, pues vosotros mismos desconocéis (pero teméis) cómo os comportaríais ante un buen grupito de guapos preadolescentes que os "atacaran" desnudos estando vosotros de esa misma guisa? 

¿No es ese, y ninguno otro, el problema, el que, en vuestras anoréxicas mentes e intenciones, sois más violadores que no, por decir algo, yo? Porque yo, como realmente quiero a los niños, un carajo me importaría si determinada parte de mi organismo variara o no su ángulo respecto a su habitual verticalidad cuando se está de pie, puesto que muchas otras cosas más importantes a tratar, narrarles o jugar con ellos estarían siempre sobre el tapete, fui niño, y por lo tanto, bien que recuerdo lo que entonces me atraía o no me atraía a mí :-D  

Anorexia sexual, esa es vuestra mayor degeneración y enfermedad. Normal que imaginéis en el resto de la gente incontenibles comportamientos bulímicos sobre el tema, porque vosotros los padecéis, y a la cabeza de todos, el asno facha parlante asesino de seres humanos, a quienes les roba lo suyo, y asesino también, a las pruebas me remito, de las libertades más elementales, como la de la libertad de expresión, y peor aún, incluso la del derecho a la legítima defensa. 


Investigando mi ordenador. 

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Y espero que nadie se ofenda o me procese por esta transcripción, son solo unos minutos, pero lo dejan todo bastante claro. Y hoy en día, con tanta tentación de espionaje mediante disimulados y diminutos artilugios de grabación... no se me enfaden, de verdad, que preservo sus identidades, y algunas cosas por supuesto no las he transcrito, cosas internas ajenas o laborales y que para nada me atañen. 


-Joer, ni una puta descarga de pornografía, ni infantil, ni de nada... en los últimos cinco años. 
-Dejémoslo, este tío está limpio, y quien nos ha mentido y metido en este lío ha sido su sobrino, menudo pedazo cabrón. 
-Que el sobrino sea un cabronazo no nos ha de sorprender viniendo de tal familia.
-¡Ah, sí!, la de ese vejestorio político leonés. 
-Bueno, bueno, no nos precipitemos, que limpio, limpio del todo no está, ¿no? Tiene esas fotos de niños desnudos, y luego, ese vídeo. 
-Tener fotos de niños desnudos no es ningún delito, y solamente hay una en la que el chico está en actitud sexual, masturbándose con evidente agrado y en soledad. 
-¿Y el vídeo? 
-¿El vídeo? Ya lo has oído, es la mayor prueba de su inocencia. 
-Sí, sorprendente: el tipo sabía que era una copia distribuida por la Guardia Civil para localizar pederastas, y por eso la dejó. 
-Bueno, por eso, y porque sólo son niños entre sí, y de edades homogéneas, y porque...
-Para, para, para... Ya sabemos que la Guardia Civil no se va a dedicar a distribuir verdaderas animaladas o atrocidades. 
-Y entonces, ¿qué hacemos? 
-¿Que qué hacemos? ¿A ti te apetece leerte esos cinco libros que escribió en base precisamente a ese vídeo? ¿tú se los harías leer a un juez? Y en cuanto a las fotos, ¿no has visto los impactantes collages que efectivamente ha hecho con ellas? 
-Sí, joer, eso es arte, se ha de reconocer... 
-Bueno, bueno, que tampoco es que sea Miguel Ángel. 
-Hombre tanto no, claro, mira tú éste... 
-Miguel Ángel dijiste, ¿no? 
-Sí, ¿por qué? ¿y de qué te ríes? 
-No, de nada, je, je. Solamente imaginaba a ese desgraciado y degenerado de AFP denunciando, en el siglo que fuera, al pintor Miguel Ángel por la indecencia de pintar a un viejo pederasta rodeado de niños desnudos... 
-Pero, ¿se puede saber de qué coños estás hablando? 
-Que sí, joer, miradla: la tiene puesta al principio y final de su post de... 
-¿Un post de AFP? 
-No, joer, que estás tonto. Un post de este tío... 
-Nunca mejor dicho lo de "tío"...
-¿Vosotros pensáis que se cambiará el orden de los apellidos?
-Pero, ¿queréis dejar de desbarrar, y centraros en el tema? 
-Yo, desde luego, lo haría. 
-¿El qué? ¿centrarte en el tema? 
-No, hosti, y no seas tan estricto. Me refería por supuesto al tío. 
-¿Al tío, o al tipo?
-Chicos, necesitamos un descanso. 
-Yo también me los cambiaría. 
-¿Y todo lo que ha escrito sobre el futuro? ¿Eso no es pederastia pura y dura? 
-Es un mero texto, sin fotos ni nada... 
-Pero es pornografía...
-Por esa regla de tres, tampoco se podrían escribir novelas de asesinatos, ya que, desde esa óptica, serían claras incitaciones a cometerlos. 
-Oye, mira. Si queréis nos lo acabamos de pensar, pero a mí, la verdad, si en el mundo real no ha tocado a niño alguno, ni ronda colegios, sino que es un activista social, ni tampoco se descarga pornografía, y descargadas cuando fuera, el tío, sin pasarse, tiene muchas más fotos y vídeos de tías en pelotas que no de niños... 
-Sería la típica tapadera, no demostraría nada. 
-Sí, claro, la típica tapadera, pero como ese criterio se lo apliquemos a todo el mundo que tenga pornografía de tías buenas, que no es porque les gusten, sino para disimular que es gay, o pederasta, o...
-Te oyen en el Cuerpo meter en el mismo saco a maricones y pederastas, y a lo mejor hasta te cae un puro. 
-Venga, vámonos. Y la verdad, el ordenador que me quedo con ganas de investigar es el de ese AFP, ¡qué forma de hacernos perder el tiempo, el muy imbécil! 
-Claro, como él se limita a lanzar las piedras... 
-Menudo cabrón, dejar a su anciano tío sin ningún apoyo el día aquel de lo del Hospital del Mar. 
-Y siendo nosotros los primeros en saber cómo las gastan los de la BriMo. 
-O sea, que encima un cobarde: no, si ya me va saliendo el perfil, a ese tipo no lo olvidemos, por si acaso. 

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¿No lo comprendéis? Si condenamos a la gente por sus meras tendencias pedófilas... aquí no se salva ni Dios, anoréxicos sexuales míos del alma.

Así que, ¿yo qué culpa tengo que, de pequeños ---[ y a causa de que la mayoría de las niñas no "entienden" ni pueden "entender", y a que las mujeres nos rechazaban sin contemplaciones y con brutal violencia verbal y hasta física ]--- no "maroconearais" lo suficiente y preciso, y que sí hice yo cuando tenía mis nueve, diez, once o doce años? Pues os hodéis, si hubierais Amado lo suficiente, habríais "mariconeado" como hacíamos nosotros, nos lo permitieran o no, y entonces entenderíais un poquito más sobre las cosas. 


Por lo tanto, no tan sólo existe una pedofilia no ya de por sí completamente sana y hasta donde yo sé plenamente legal si no hay imposiciones (y de la que yo, por supuesto, en su momento, intenté disfrutar a tope cuando tenía esos mis nueve, diez, once, doce años :-D), los actos que lleven a cabo libremente los niños entre ellos, sino que deberíamos de incentivarla abiertamente, pues ELLO LES HARÍA MUCHO MÁS LIBRES, FELICES, PACÍFICOS, CARIÑOSOS, MADUROS E INTELIGENTES

¿Algo a vuestro alcance para salir de ese lamentable estado? Pues sí, y sumamente fácil, y sostenible: comed menos carne, y no tengáis tanto miedo a "comer" algo más de "carne". 

¿Lo paso mal? Sí, pero, en cuanto me olvido, vuelvo a mi estado de felicidad habitual, el que corresponde a quien se sabe no culpable de nada grave ni por asomo, y no como otros u otras. 

Y si de verdad queda aún alguien que siga considerándome en su fuero interno plenamente no culpable, le invito a que comente aquí; si no, ante vuestra duda, yo no podré sino albergar las mías respecto a absolutamente del primero al último de los seres humanos o parecidos que habitan en este mundo, soy inocente y pesa sobre mí ya una condena social que no se le aplica a quien, siendo culpable, me difamó, vosotros y vosotras sabréis respecto a vuestro sentido de la justicia, pero luego no os quejéis de por qué el mundo va hacia adonde va. 

¡Ah!, y por supuesto, los auténticos pederastas, una gente realmente horrible e inhumana, casi tanto como AFP.


saludos cordiales. 
ET muy, pero que muy almado &forrest gump & ...¿?? . 
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¿Y este es el presunto pederasta? ¿no lo estarán acusando y persiguiendo por otras motivaciones? ¿no es AFP un auténtico facha, al servicio del poder más reaccionario y represor de las libertades?

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