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. Apreciados lectores o lectoras:
Sí, capítulo uno, a estas alturas, O.O. Pero es que, dado que, desde buen inicio, el texto entra a saco, con la mayor claridad y profundidad posibles, en el tema del sano y libre erotismo de los y las menores, pues eso, que como para haberlo publicado de entrada, antes de corroborar, con abundantes otros fragmentos publicados, que ese texto hablar habla de erotismo y de sexo, sí, pero también de otro montón de cosas más.
Y ya verán cómo, con eso y con todo, esto que ahora publico provocará el automático cierre de este blog. Si no, al tiempo, al tiempo, que es obvio y patente que los Policías del Pensamiento otra vez, encantados, fusilaríais a Ferrer i Guàrdia, e igualmente otra vez asesinaríais a Wilhelm Reich en la cárcel.
Bien, de cabeza ya al texto :-D , año 28.251, genérico del lenguaje, el femenino ;-)
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En nuestra sociedad actual por fin Eros y Thanatos no mantienen tipo alguno de relación, salvo que se considere como tal la de su tan absoluta y completa como irreconciliable incompatibilidad. Por su parte, Atenea y Afrodita han alcanzado un tan intenso y sublime nivel de entendimiento mutuo, en todos los campos imaginables y aun en los inimaginables, que a menudo hasta cuesta distinguirlas y todo. En cuanto a Ares, funesto a las mortales, hace tiempo que tal personaje fue definitivamente desterrado para siempre tanto del propio Olimpo como de la Tierra entera.
Claro, me temo que, tras tamaña declaración de principios, o bien damos ya por finalizado este redactado (que sería lo procedente y lo que yo desearía, dado que al fin y al cabo ya se ha contado lo realmente más esencial), o bien, y a fin de pormenorizar y clarificar en qué se traducen tan sugerentes y atractivos enunciados en el devenir cotidiano de nuestra sociedad actual, no quedará más remedio que descender a terrenos más concretos y detallados del día a día de este mi mundo contemporáneo, y que es lo que de hecho habré de hacer, porque la Red Organizadora Mundial (ROM) no me ha dejado ni me deja otra elección.
Pero no me hagáis aspavientos, ni os entreguéis a albergar improcedentes reticencias, dudas o injustificados temores, remilgos o melindros, porque oportuna y adecuadamente ya se os avisó de lo que había cuando meridianamente aclaré que, en nuestro afortunado mundo, las menores hacen en el terreno sexual exclusivamente lo que desean, y ni un pelín más, pero tampoco ni un pelín menos. Os suena, ¿verdad?
Y permitidme también que, aunque sin verdadera malicia, me burle y hasta carcajee leve y brevemente de aquellas de vosotras que optéis o no podáis evitar ver o interpretar lo que en absoluto existe. Yo no tendré la culpa, aunque seguramente vosotras tampoco, pues no seréis sino rehenes del espantoso nivel de represión sexual vigente en vuestra época.
En todo caso, a mi me han dicho que redacte esto, así que, dentro de mis expuestas y escasas capacidades narrativas, eso es lo que haré. Pero sabed que si finalmente este escrito fracasa, la ROM me matará, si bien espero que sea solamente en sentido figurado, no obstante lo cual nunca se sabe... No, no, tranquilas, claro que no hay pena de muerte, esto es una sociedad avanzada de verdad.
Sí, compartimos e hicimos servir vuestras mismas bases a la hora de construir un modelo de civilización, pero como seguramente ya habrá captado vuestra fina intuición, la realidad es que las costumbres y convenciones sociales han variado o evolucionado un tanto respecto a las comunes o habituales en esos vuestros tiempos.
Así, por poner un caso, se analizó tanto la obviedad de que el erotismo parecía siempre sin duda la forma más eficaz de amansar a cualquier varón como la de que, a pesar de todo, mundo alguno (salvo uno totalmente descompensado en la proporción entre individuos masculinos y femeninos, con gran predominio de estas últimas) podría brindar a tal varón, de adulto, un escenario real en el que se pudieran cumplir sus paradisíacas expectativas de sexo y más sexo pleno, sano y feliz, el único que realmente merece la pena, y en el que, para alcanzar de verdad la categoría de pleno, es imposible que estén ausentes poderosas, profundas, intensas e íntimas implicaciones de corte afectivo emocionales.
Pues bien, en base a tales constataciones, hace mucho que se optó por conseguir que, al menos durante su última infancia y su primera adolescencia, los niños sí pudieran sexualmente satisfacerse a su antojo, con las únicas limitaciones de, por supuesto nunca usar la violencia o abusar de las iguales, menores o más débiles que ellos, y también la de procurar embarcarse en fregados eróticos sólo si de verdad se sienten emocionalmente embargados por un algo "especial" respecto a las personas objeto de sus deseos.
Hasta tal punto es así que los menores están en su derecho de demandar públicas cuentas a cualquier adulta que se niegue, porque sí, a aceptar o razonar su negativa ante sus concretas peticiones. Pero todo ello, claro, antes de que su necesidad natural crezca tanto que, salvo que sean bastante gays, les sea imposible en verdad llegar con facilidad a la saciedad sobre el tema.
Bien, ésa era, al menos, la idea original. Luego, las cosas fueron para todas realmente bastante mejor de lo que en su momento previeron incluso las más documentadas optimistas, porque el nuevo cariz o talante general que adquirieron las persuasivas y seductoras propuestas eróticas que efectuaban las nuevas hornadas de menores y futuras adultas pasaron a ser, en general, nada toscos o prosaicos, propios de épocas brutales como la vuestra, sino, por el contrario, dulces y arrebatadoramente irresistibles para las mucho más sensibles féminas.
Con ello, se introdujo en la Historia de la Humanidad un cambio o recuperación conductual y de actitud realmente radical, al lograr las mujeres dejar de confundir la procreación con la satisfacción erótica en sí, y pasar, con ello, a mirarse a los niños también como, por qué no, deseables y estimulantes entidades eróticas dignas tanto de todo respeto, nada a hacer si la iniciativa no parte de ellos, como dignos también de la más rendida aceptación, admiración y hasta gratitud ante su atractiva belleza, espontaneidad, encanto, franqueza y sensibilidad si se pronuncian en tal sentido, siempre al margen de cualquier consideración o pensamiento sobre ellos como presuntos "posibles padres" de sus hijos y otras zarandajas o complicaciones insalvables que se interponían en ese camino erótico intergeneracional unidireccional en épocas pasadas y menos libres y reflexivas.
De cara a posibilitar tan atrevido y espectacular cambio, los pilares fundamentales sobre los que se asentaron las estrategias que se adoptaron fueron, por una parte, la obviedad y el convencimiento de que la represión sexual general de prácticamente todas las épocas pasadas conocidas había sido algo en verdad tan aborrecible como pernicioso, y por otra, el de que no es nada bueno complicarse miserablemente la vida convirtiendo lo natural en reprobable y lo reprobable en condenable y prohibido. Hechos y cosas obvias a más no poder, pero claro, también sabemos que, en esas épocas pasadas aludidas, los senderos de la tergiversación y la incorrecta o fanática interpretación fueron verdaderamente tan inescrutables como insondables.
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Bueno, pues a ver si llega a publicarse la segunda parte de este primer capítulo, o bien los asesinos de ideas y de la libertad de expresión redoblan sus esfuerzos por ahogar todo lo que no sea la visión falsa y uniforme por ellos proclamada, admitida o bendecida.
saludos cordiales.
ET & forrest gump.
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Pues a mí, lo que dice el post, la verdad es que me da, ante todo, un poco de miedo :$
ResponEliminaPero soy chica y no chico, y tengo sólo 13 años. Y si la asistencia a esas escuelas del erotismo es voluntaria, es todo diferente, y ya no me parece mal.
En cuanto a las fotos, las encuentro bonitas y sugerentes, y casan perfeto con el texto.
Bueno, voy a ver lo que dice el post continuación de este ;)
¡ saludos :) !
¿Te da un poco de miedo lo que dice forrest, o te da un poco de miedo todo lo relativo al sexo en general? Si es lo segundo, tu testimonio no haría sino reforzar las tesis de forrest.
EliminaAlerta, que ya sé que eres una menor, no tienes por qué contestar. Pero, ya que te has metido aquí, y pareces trigo limpio ;)
¡Huy!, perdón por tardar tanto en contestar :')
EliminaPues, lo que dices, es verdad, me da un poco de miedo todo lo del sexo en sí, los chicos son tan obsesivos... que es lo que precisamente dice forrest...
... puntos suspensivos porque, además, a mí me parece que, sobre todo a medida que vamos creciendo, a mí lo que me molan creo que son las tías, también ahí coincido con forrest :) , somos más guapas, eso no lo niega nadie, y tampoco tan malas, y más sociales, y somos quienes tenemos los niños.
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ResponEliminaDe nuevo, otra tanda de comentarios difamadores, absurdos o fuera de lugar has sido trasladados al blog de la defensa
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