diumenge, 3 de març del 2013

Segunda Introducción para un texto del futuro

ttdersi.com

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Queridos lectores y lectoras: 

Sí, si ya sé lo que prometí X-D  Pero, peeero, de metidos en harina, quizá sea mejor terminar de "despachar" antes las introducciones y previas que acompañan al ese texto que tan misteriosamente llegó hasta mis manos hace un par de años directamente procedente del lejano futuro, pues eso, que segunda introducción al canto...

Pero bueno, el próximo post, ese ya de verdad, tratará de cuestiones y preguntas surgidas a raíz de lo ya publicado sobre ese futuro datado en el año 28.251, lo cual dará de sí lo que dé, ya se verá :-)  De momento, lo dicho, segunda introducción.  

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Introducción II (año 28.251)
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Esto no es una florida o imaginativa novela de lectura plácida y ligera, sino tan sólo un humilde texto esencialmente pedagógico, así que para nada está pensado con la finalidad de que nadie se lo lea, o pretenda hacerlo, de una única sentada o tirón. 

Les pongo en antecedentes. Vete a saber por qué desconocido motivo o remota razón, la Red Organizadora Mundial, ROM por sus siglas y acrónimo, me ha designado como redactor del presente texto. 

Ante mis airadas protestas y nada veladas amenazas de abierta insumisión, sin perder en momento alguno la calma me ha comentado, con su tan cristalina y femenina como seductora voz que, si bien existir existe el oportuno formulario estándar de autorrecusación, dado que no se conoce precedente alguno de designación efectivamente revocada, a lo mejor acabo antes si hago lo que se me solicita, añadiendo que tampoco me preocupe en exceso por mi evidente falta de talento en el terreno de la narración porque, aduce, aunque las formas puedan ser importantes, los contenidos lo son siempre más. Veremos. 

Estamos en 28.251 según el cómputo más extendido de vuestra época, la Era Cristiana, pero, según nosotras, es el 3.434 GDSA, es decir, desde el Gran Descubrimiento del Saber Antiguo, o sea, del vuestro, que nos permitió, poco a poco, establecer o restaurar las bases de una nueva civilización tras la espantosa Noche de la Humanidad en la que, a lo largo de casi veintitrés milenios, se vio sumida nuestra pobre especie. 

La perversa máquina (apelativo este de máquina que para nada le gusta) también me ha encarecido que, lo primero de todo, les avise que este texto que tienen entre manos o en su lector óptico les va a impactar en muchos sentidos, y que lo va a hacer, sin duda e inevitablemente, de modo inmediato, e intentaré explicar el por qué.  

Así, por más que conocemos las atrocidades, sexuales y de todo tipo, que en la vuestra y en tantas otras épocas se perpetraron contra y sobre la infancia, para nosotras la idea de que adulto o adulta alguna pueda en nuestros días llegar a abusar, ni sexualmente ni en sentido alguno, de una niña o un niño, nos suena tan lejano, chocante y ajeno como para vosotras, lectoras del pasado, os podrá sonar aquello de que, en otras épocas, los seres humanos llegaban a comerse físicamente a los y las niñas, circunstancia esta de la que, por más que tanto nosotras como vosotras sepamos con certeza que sucedió en la historia o prehistoria de la Humanidad, difícilmente podremos, ni unas ni otras, llegar a hacernos cargo de lo que ello implicaba, 

Y como consecuencia de la visión socialmente predominante, si no única, de la sociedad actual  sobre este tema (recuerden, 28.251 de su era), se hablará con el más absoluto desparpajo de cuestiones sexuales relativas a la infancia como lo haríais vosotras sobre cualquier otra cotidiana materia, lo que, sin duda, os escandalizará hasta la médula, y preferiréis creer en la presunción de culpabilidad de quien lo redactó, de modo cuasi automátuico, en ese para mí tan lejano 2011, cuando el pobre, a esos efectos, nada de nada, pobret hasta incluso diría, pobres niños, lo que se perdieron por no poder abrazarse entre ellos o con él.  

Así que no os empeñéis en ver lo que no hay allí donde no lo hay, pues si algo abunda en este relato, y no otra cosa, es la rabiosa e incondicional defensa de los derechos sexuales de las niñas o niños, ni un pelín más, pero tampoco ni un pelín menos. 

En todo caso, insisto en que esto es un texto con vocación y finalidades exclusivamente didácticas, divulgativas. También conviene aclarar aquí que, si bien sólo en apenas un par de ocasiones aludo a ello en el escrito, en realidad, y aunque de una rama que quizá os resulte un tanto "peculiar", yo lo que de verdad soy es profesor. 

Así que lo que quiero decir, o hasta advertir, es que, en base a lo recién explicado, podéis ir haciendoos buenamente una idea bastante aproximada del típico tonillo característico de las docentes (siempre involuntariamente tal vez un pelín petulante o campanudo al tiempo que condescendiente), que impregnará o abiertamente inundará sin duda este relato, aparte de que el texto también será un tan fiel como inevitable reflejo de la desenfrenada locuacidad, desparpajo y hasta cierta displicencia que nos suelen caracterizar a tantas y tantos enseñantes. 

Debido a todo ello, entiendo y comprendo que lo en determinados momentos relatado podrá tal vez incluso parecer más un adoctrinamiento en toda regla que no cualquier otra cosa. Nada más lejos de mi ánimo pues, en todo momento, tan sólo estaré pretendiendo ser lo más didáctico posible, y en absoluto estaré pretendiendo ser doctoral, dogmático o sermoneador. 

Pues sólo me faltaba, encima de que tengo que hacer este redactado, tanto si quiero como si no, adicionalmente andar pasando por profeta o cosas raras así. No, lo del tonillo es tan solo una inevitable deformación profesional, para nada pretendo condicionar a nadie hacia la sumisión o la ausencia de capacidad crítica, pues vaya porquería de profesor sería si no. 

Así que valor, determinación, y fuera prejuicios. Mantener la mente abierta y prestar la debida atención serán requisitos imprescindibles para que puedan entender algo. Sí, lo sé, son las típicas admoniciones de toda profesora o profesor, pero es que no lo puedo evitar... 

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www.dasinvestment.com
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En cuanto a la profunda e íntima indignación o hasta ofensa que, por este o aquel otro motivo, presumiblemente os provocará sin duda la lectura de cantidad de cosas que aquí se expondrán y relatarán, mi sincera opinión al respecto, sin animosidad, de buen rollo y con todo el cariño (no enfadarse, por tanto), es que lo procedente e idóneo es que os la enfundéis como mejor podáis o sepáis. 

Porque, aunque comprensible, sería tan poco acertado darle vuelo a esa indignación como lo sería el que un niño o una niña no quisiera continuar progresando en el camino del conocimiento y reconocimiento de la realidad de las cosas a causa del enfado mayúsculo que le haya podido provocar descubrir que Papa Noël o los Reyes Magos (por decir algo de vuestros tiempos), en realidad, son las personas mayores. 

Absurdo, claro, pues existen cosas tan inapelables e imposibles de evitar como la ley de la gravedad, no siendo razonable el aferrarse a hábitos o conductas infantiles cuando tal proceder no obedece a faceta positiva alguna propia de tal edad de las personas. 

En fin, el caso es que, dado que todas las pruebas indican que el noventa y ocho por ciento de la población planetaria adulta tiene mejor cualificación de cara a la redacción que no mi humilde y modesta persona, ¿por qué rayos, entonces, la testaruda ROM se habrá empeñado en que precisamente lo haya de hacer yo? 

Y con la presunta finalidad de consolarme, me fue hecha la promesa de que dispondría de la incondicional y más estrecha colaboración posible del Programa de Ayuda a la Redacción o PAR (de código abierto, claro, no se conoce otro por aquí), pero sí, sí. Como el control final de todo lo lleva la ROM, la realidad es que tal supuesto apoyo no ha parado de interferir con mi forma natural de decir o expresar las cosas. 

Como consecuencia de ello, este texto que, en principio, tan sólo habría de haber tenido a lo sumo unas cuarenta o cincuenta mil palabras, ---[ habiendo sido poco más lo que en principio dicté yo, y que, con la ayuda del PAR, esperaba poder abreviar aún más ]---, se ha ido prácticamente al triple de tal longitud debido a lo que enseguida explicaré. Sea como fuere, la obviedad es que el texto final no es que sea precisamente breve. 

En fin, paciencia. En todo caso, me queda el consuelo de que este redactado, al menos, siempre podrá servir como compendio y ejemplo de cómo no se ha de escribir jamás, al hallarse plagado de "quequismos" y tantos otros vicios literarios elementales que, sin embargo, soy incapaz de soslayar o evitar. 

Además, como soy consciente de que, en principio, me estoy dirigiendo a lectoras de una época en que aún no había sido admitida la arroba como letra del alfabeto castellano, sustitutivamente el genérico será siempre el femenino, y ello ya me supone un gran esfuerzo, puesto que hoy en día nos resulta imposible (y a las máquinas les sucede lo mismo) expresarnos por escrito sin utilizar este bonito signo que, fonéticamente, se corresponde sin diferenciación alguna con la pronunciación de la vocal "a" de toda la vida. 

Pero lo peor de todo, sin duda, es que, una vez y otra, incurriré en el grosero e inadmisible error de pelearme con mis posibles lectoras, en vez de bientratarlas, a menudo en exceso, como hacen y siempre han hecho, a la chita callando, las buenas escritoras, incluso cuando parecen descarnadas. 

Bien, no, aún hay algo peor. Bajo la argumentación de que para que un contenido tan denso como el que aquí encontraréis pueda ir entrando suavemente y muy poco a poco sin indigestar, el PAR (bien, la ROM) apenas si ha respetado en unos pocos párrafos mi forma original o propia de decir las cosas, bastante más directa, y me ha obligado, pese a mis tan encendidas como razonadas protestas, a adoptar un farragoso lenguaje florido, alambicado y lleno de parsimonia, totalmente arcaico y desfasado, en décadas si no siglos, respecto al de la época a la que presuntamente me he de dirigir. 

Barra libre, por tanto, a la verborrea pura y dura, vaya (aunque para nada carente de contenido final), haciéndome añadir, además, cosas por aquí y por allá que no han hecho sino incrementar más y más la longitud de este inacabable relato. 

Pero como quien oye llover. Dice que, si se quiere, igualmente se entenderá todo, pues quien quiso bien que entendió siempre a las clásicas, se expresaran éstas como se expresaran, floridas, lacónicas, condensadas, emocionadas,... 

Bien, ya les iré dando detalles, aunque sin pasarme, de algunas de estas tontas imposiciones o discusiones sobre el lenguaje y lo que se ha de explicitar o no. Y si bien se incluyen recurrentes y profundas inmersiones y reflexiones sobre temáticas sexuales, esto para nada es un monográfico sobre tales materias, pues se tocarán muchas más. 

Aclaro no obstante al hilo que, donde aparece "follar", a menudo lo que se está queriendo decir es "orgasmar" o "recorrer el camino hacia ello", y con todas las implicaciones, tanto físicas como sobre todo emocionales, que tal proceso requiere si lo que se pretende es que sea realmente tan satisfactorio que de inmediato se quiera más, pero nunca por insatisfacción, sino por pura y simple adicción. 

Por último, tened presentes dos claves para poder entender desde el principio qué es lo que se cuenta. La primera, recordad que volvemos a tener bastante desarrolladas nuestras capacidades telepáticas. Y la segunda, que aquí todo el mundo es extraordinariamente guapo y seductor, que vamos siempre completamente depiladas, y que todas nos mantenemos jóvenes y vigorosas hasta edades cercanas a la del fallecimiento.  

Ciudad Capital, 23 de abril de 3.434 GDSA.



...y el próximo post, ese ya sí, con la temática prometida, dudas sobre la posible viabilidad de esa sociedad o esos asentamientos futuros, así que no se "asusten" por su posible título, el tema será el prometido ;-)  

saludos cordiales :-) 
ET & forrest gump. 
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fuin.rig.re.kr









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3 comentaris:

  1. Y encima me deja a medio texto... Aunque, aún florida, esta introducción dice mucho de lo interesante que será el texto que espero que venga en el siguiente post.
    ;)

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    Respostes
    1. ---

      Compréndelo :-) , si pusiera el texto entero, me envían de cabeza a la trena, o a Sant Boi, ya me comprendes :-D , que, hoy en día y EN EL PLANETA TIERRA, NO HAY LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
      ..

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  2. ---

    @Guernika Explica

    Ostras, perdona, pero ya ves que desagradables temas de índole personal no me han permitido dedicar la atención que merecían tus tweets sugiriendo temas complementarios a este inicial.

    Cuando me entere de cómo funciona twitter (y es que soy un inútil total X-D), voy tomando nota de cada cosa, y al menos unas cuantas de ellas aparecerán, con periodicidad semanal, ahora sí, publicadas en este blog.

    Es terrible esto de quedar fatal precisamente con quienes más estimamos, los humanos jamás llegaremos a nada, jajajajaja :-P ;-) :-) !!

    Sí, bueno, mi sobrino es un cabrón, pero, como yo sé que soy inocente, se me condene o no, pues que le den y que les den.

    un saludo cordial.
    eladio "forrest" sandín.
    ..

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